De la mano de Sociedade Galega de Historia Natural, D. Joaquín Araujo compartió con todos nosotros sus 50 años de “profesión” dedicada al estudio, divulgación y defensa del medio ambiente, con una conferencia celebrada el sábado 29 de junio de 2019 en el salón de actos de la Consellería de Presidencia en Ourense.
Además durante parte del sábado participó con socios de SGHN una jornada de convivencia por tierras de A Limia, la excursión tuvo como objetivos dar a conocer los valores ambientales que aún perviven en esta comarca tan transformada en los últimos 60 años y visibilizar el trabajo que SGHN está realizando en pro de la conservación y mejora de la biodiversidad limiana, que, a pesar de todo, aún pervive.
Con motivo de este evento, D. Joaquín Araujo ha concedido a SGHN una entrevista en la que se analizan algunos de los más importantes retos ambientales.
D. Joaquín, desde sus comienzos, ya con el Dr. Rodríguez de la Fuente, ¿considera que la valoración y percepción del medio ambiente y la conservación de la naturaleza ha cambiado en la sociedad?, si así fuere ¿cómo y en que sentido?
Sí, ha cambiado, mucho y para mejor. Los últimos 40 años, pensemos que ya lleva casi ese tiempo desaparecido Félix, han supuesto en primer lugar la consolidación de los movimientos ecologistas a través, principalmente de sus organizaciones no gubernamentales. Las cinco grandes de nuestro país son ya grupos con grandes equipos humanos, enormes recursos – sobre todo si los comparamos con los que teníamos antes – y una influencia mayor en los empresarios y los políticos.
En segundo lugar podemos sentirnos moderadamente satisfechos de la generalización de la conciencia ambiental en buena parte de la sociedad. Esto se debe a lo mucho que ha avanzado también la comunicación, el periodismo ambiental y la difusión de las, casi siempre pésimas, noticias sobre la salud de nuestros paisajes.
Por primera vez, es más, existe un conato de prioridad política para la mucho más que necesaria transición ecológica.
Todo esto no quiere decir que el cambio sea suficiente porque lo que realmente está pendiente es la erradicación completa del modelo energético, la detención de la sexta gran extinción y la puesta en marcha de una nueva civilización. Enormidades, por supuesto, pero por completo necesarias y hasta urgentes.
¿Entiende que hoy el medio ambiente es un “objeto de consumo” o bien que existe una conciencia real sobre la problemática ambiental y su repercusión sobre nuestras propias vidas?
Ciertamente una de las secuelas de la generalización de la conciencia ambiental es que sirve también para la manipulación del sector comercial. Que nos atraigan los paisajes naturales, la comida sana, incluso la calma es usado como técnica de mercado por los vendedores de productos que están muy lejos de esa aspiración. Es más casi todas las grandes empresas, corporaciones y departamentos de la administración tienen la hipócrita necesidad de manifestarse como entusiastas defensores de la continuidad de la vida, aunque sus actividades reales consigan todo lo contrario. En definitiva como lo ecológico ha comenzado a vender se usa mucho más en ese sentido que en el necesario para detener la crisis de las crisis, la amenaza del colapso, la merma de la vida a límites inaceptables. Nada se arreglará con más consumo, más tecnologías, más velocidad o más comodidad.
¿Cómo valora la respuesta de las distintas administraciones ante el cambio climático que estamos sufriendo?
Absolutamente tacaña y por tanto mezquina desde el momento en que no solo se incumplen tratados y compromisos sino que son dejaciones de la función principal de un responsable público que es velar por la salud de sus congéneres. Recordemos, de paso, que nada es más bien común que el conjunto de los elementos básicos, los ciclos esenciales y los procesos ecológicos.
La primera prioridad de todos los gobiernos a todas las escalas, es decir desde el director del colegio al presidente de un gobierno o estado debería ser, en estos momentos, la lucha contra el calentamiento global de la atmósfera.
A su juicio, ¿qué puede hacer la población civil, cualquiera de nosotros, para mejorar la protección y preservación de la naturaleza y el medio ambiente?
Como los gobernados somos mucho más rápidos que los gobernantes conviene que nuestras iniciativas lo sean. Es decir no hay que esperar a nadie para poner en marcha tu contribución a la salud de todos y del Todo. Se pueden llevar a cabo miles de pequeños gestos que supongan algo de alivio para la transparencia del aire – se puede ahorrar energía artificial de cien formas diferentes y que todos tenemos en la cabeza, es más pensemos que hasta el 30/40 % del gasto de luz eléctrica es puro despilfarro, por lo que la simple precaución en el uso de nuestras tecnologías puede ayudar bastante. Podemos ser más limpios, controlar mejor el montante de la basura. Podemos ser compasivos con las otras especies, incluso con las vegetales. Podemos actuar, en el grado que se desee, como activistas a favor de la Vida. Incluso se puede militar y colaborar directamente en las asociaciones ecologistas y naturalistas. El repertorio de la destrucción es interminable, pero no menos el de la solidaridad y la restauración.
En otro orden de cosas, y en el aspecto ambiental urbano, ante la proliferación de talas, cortas y podas a todos los niveles y en cualquier época ¿cómo valora en general la gestión del arbolado en nuestros entornos urbanos?, ¿entiende que la futura Estrategia Estatal de Infraestructura Verde puede contribuir a mejorar la calidad de vida en los medios urbanos, y evitar estas desafortunadas actuaciones?”
Nada resulta más necesario ahora mismo que mantener activos a los antídotos naturales contra el calentamiento global. A la cabeza de los mismo hay que situar al bosque y a todos sus corresponsales urbanos, es decir parques y jardines. Son la medicina, enferma por supuesto por las plagas, las talas, las malas podas, los incendios, pero son la mejor más eficiente y más barata de las medicinas contra la más grave enfermedad de la humanidad y del planeta. Curar a nuestra medicina exige no solo las grandes políticas estatales o internacionales sino también las ciudades a todas las escalas de responsabilidad. Hay que hacer mucho mejor todas las gestiones vinculadas al arbolado. La estrategia estatal contempla un sinfín de normas para correctas actuaciones pero que deben pasar del papel a la misma atmósfera. Es decir que deben pasar de la teoría a la práctica, de las buenas intenciones a cotidianas realizaciones.
No concibo una mediana calidad de vida en el medio urbano sin la presencia de arbolado, abundante y sano.
Por otro lado, y a la vista del título de la charla que va a impartir, se entiende que existe una interrelación entre las actividades agroganaderas y la biodiversidad pero ¿en que medida son compatibles y en cuales excluyentes?
La ganadería si es extensiva, recurriendo al máximo a los pastos naturales, con poca muy poca utilización de farmacopeas contaminantes y cero fraudes es un excelente mantenedor de paisajes y de sus aportaciones a la salud de todos. Cuando el cuidado de los animales que alimentan se convierte en actividad industrial buscando el rendimiento a corto plazo y la comodidad sucede, claro, todo lo contrario es decir en uno de los principales problemas para este planeta y todos sus inquilinos. Los animales domésticos ya suponen más biomasa que todos los salvajes de esas mismas clases zoológicas, el gasto de energía y de agua de una ganadería intensiva y estabulada es hasta 1500 veces mayor en el caso de la electricidad y hasta 100 si es el del líquido elemento. La contaminación por deyecciones y purines también se multiplica por muchas veces. En fin, junto a que la continuidad de la vida demanda que consumamos menos carne, la salud de nuestros suelos, aguas y aires demanda una reconversión, ojalá total, de las ganaderías industriales a las naturales.
Es más si tenemos en cuenta el porcentaje de superficie forestal y montana de un país como el nuestro, las posibilidades de esa reconversión son enormes y además perfectamente compatibles con el mantenimiento de la multiplicidad vital de nuestros paisajes
Finalmente, ¿considera posible revertir la denominada “España vaciada”? ¿qué se podría hacer? ¿qué recomendaría a los ciudadanos y a las administraciones?
Se debe, y por tanto se puede, detener y revertir el vaciamiento de nuestros paisajes. El planeta no puede seguir soportando por mucho tiempo el que el medio urbano crezca a un ritmo de 400.000 nuevas personas todos los días. Pero eso pasa por otra revolución pacífica pendiente. Hay que devolver la consideración que se merece a la Cultura rural, lo más extinguido del presente. Sencillamente porque nada existe más honroso y necesario que dar de comer. Hay que restaurar la justicia que supone el que, como mínimo, el productor del sector primario debe cobrar el 33 % del precio de venta al público de sus tomates, quesos, carnes o granos. Hay que poner a lo primero en primer lugar y a eso deben contribuir las medidas políticas, los medios de comunicación y el sistema educativo.
Termino con uno de mis aforismos. Hay una España vacía porque la otra está llena de vacíos. Gracias y que la Vida os atalante.
Breve semblanza de Joaquín Araújo
- Campesino: dedica la mayor parte de su tiempo a la agricultura ecológica. Ha plantado aproximadamente un árbol por cada día que ha vivido, unos 25.000.
- Luego se empeña en escribir, hacer radio y cine documental, a dar conferencias, realizar exposiciones y al activismo ecológico y cultural desde hace 50 años. Tiene 34 carnets de otras tantas ongs. De algunas fue fundador y presidente. Colecciona sus propias dimisiones.
- Está escribiendo sus libros 108 y 109 como único autor. Le han publicado además 11 como coautor y 73 colectivos. A todos ellos acompañan 8 enciclopedias que dirigió y, en parte, escribió.
- Sus 2.519 artículos han sido publicados en 152 revistas, 19 blogs y 16 diarios. Y sigue. Actualmente escribe con frecuencia en cinco blogs y dos revistas.
- Comisario de 28 exposiciones y autor de los textos de casi todas ellas.
- Guionista y/o director de 340 programas de TV, la mayoría documentales.
- Ha hecho unos 5.700 programas de radio, casi todos con secciones propias. Dirigió también algunos.
- Tanto en radio como en televisión hizo los primeros directos de Natura de la historia de esos medios en España.
- Ha dado unas 2.500 conferencias tanto en España como en una decena de otros países.
- Le persiguen los premios. De los 49 recibidos destacan: el GLOBAL 500 de la ONU, considerado el más importante del mundo en su campo; el Wilderness Writting (solo hay cinco premiados en el mundo); el del BBVA a la difusión de la multiplicidad vital que el más importante que se da en España.
- Es el único español al que le han concedido dos veces el Premio Nacional de Medio Ambiente.
- Nominado a los Oscar de Hollywood y a los Goya por su participación en Nómadas del Viento.
- Es Numerario de la Real Academia de las Letras y de las Artes y medalla de oro de Extremadura.
- Ha desempeñado 93 oficios a lo largo de su vida.
- ****Una cuarta parte de todos estos trabajos los ha realizado de forma altruista.
- A un IES, unas lagunas, un museo, un taller, tres árboles, una fuente y una cima les han puesto su nombre.
- Y, sobre todo, pretende , aunque seguramente es imposible, salvar a lo que le salva: la NATURA.